Los pisos laminados son una opción elegante, resistente y accesible para transformar cualquier espacio interior o exterior. Tienen una apariencia similar a la de la madera natural y son altamente durables. Además, su facilidad de instalación los convierten en una elección popular para hogares, oficinas y comercios. Pero, para conservar su funcionalidad y estética por más tiempo, es importante aplicar un mantenimiento de pisos laminados correctos desde el inicio. En esta nota, te compartimos algunas técnicas sencillas, pero efectivas para cuidar de tus pisos laminados y alargar su vida útil.

Limpieza delicada pero frecuente

Aunque los pisos laminados son resistentes al uso diario, su limpieza debe ser diferente a la de los pisos de cerámica o concreto. Para asearlos, lo ideal es:

• Barrer con escobas de cerdas suaves o usar una aspiradora con cepillo para evitar rayar el suelo.

• Trapear con un paño ligeramente húmedo, evitando que esté totalmente mojado, ya que un exceso de agua puede filtrarse y provocar que el laminado se hinche.

• Usar productos neutros o específicos para pisos laminados, evitando limpiadores abrasivos, ceras o amoniacos.

Protección de las superficies ante el desgaste

Algunos de los factores que causan mayor deterioro a los pisos laminados son el mobiliario pesado y el tránsito constante. Por eso, para prevenir estos daños recomendamos:

• Colocar almohadillas de fieltro debajo de las patas de sillas, mesas y otros muebles.

• Evitar arrastrar objetos pesados de manera directa sobre el piso.

• Usar tapetes o alfombras en las zonas de mayor tráfico, como los pasillos o las entradas.

Control de humedad y temperatura

Muchos pisos laminados tienen resistencia a la humedad. Sin embargo, por lo general no están diseñados para soportar agua estancada o ambientes con humedad en exceso. Para protegerlos con mantenimiento de pisos laminados te sugerimos: 

• Secar inmediatamente cualquier derrame de líquidos sobre el suelo.

• Evitar colocar pisos laminados en áreas con riesgo constante de humedad, como baños o lavanderías.

• Mantener una ventilación adecuada en zonas interiores para evitar la acumulación de vapor.

Cuidado de hábitos diarios

Por más pequeños que parezcan, los cambios en tu rutina diaria pueden hacer una gran diferencia en la conservación de pisos. Entre estos hábitos, considera:

• Quitarte los zapatos al entrar para reducir el ingreso de tierra y otros elementos que puedan rayar la superficie, como piedras pequeñas.

• Usar calzado suave o pantuflas dentro del espacio.

• En caso de contar con mascotas, mantener sus uñas cortas y limpias para evitar marcas en el piso.

Inspecciones periódicas y mantenimiento de pisos laminados

Dedicar algo de tiempo al mes para revisar el estado general de tus pisos puede prevenir daños mayores. Para ello recuerda:

• Verificar que no haya tablas sueltas ni bordes levantados.

• Consultar con un profesional en caso de encontrar áreas con desgaste visible para evaluar la posibilidad de reemplazar esas secciones sin afectar todo el piso.

• Aplicar productos restauradores para pisos laminados si la superficie pierde su brillo original.

Con el cuidado adecuado, un piso laminado de calidad puede conservarse en excelentes condiciones por muchos años. En Terza, contamos con una amplia variedad de opciones en pisos laminados que combinan diseño, durabilidad y fácil mantenimiento. Explora nuestro catálogo y descubre cómo renovar tus espacios con soluciones confiables y estéticas que te acompañan en el día a día.